"Soy un punto"

 

Esta regresión se realizó el día 19 de noviembre del año 2014.

 

 

 

El paciente al que haré mención a continuación, es un hombre de 59 años, soltero, empleado público. Decide comenzar con el trabajo terapéutico tratando de encontrar una respuesta a las siguientes preguntas:  “¿Por qué desde la infancia he sentido la necesidad de vivir las etapas de mi vida rápidamente? ¿Por qué no siento arraigo a la vida terrenal? ¿Por qué este deseo de pasar a otro nivel espiritual? Y por otra parte ¿Por qué temo a quedarme sin recursos económicos? A partir de estos cuestionamientos iniciamos su regresión.

 

Luego de una breve inducción, el paciente fue directamente a un espacio azul oscuro en donde no sentía ni frio ni calor, y allí se mantuvo un tiempo considerado. Para hacerlo avanzar en la experiencia y saber porque estaba ahí, le pedí que separara su conciencia habitual y que dejara fluir su conciencia espiritual, al hacerlo, se vio en otro espacio oscuro, en donde no sentía miedo, estaba tranquilo y flotaba. Al momento, se dio cuenta de que era “un punto” (así describió él la sensación), y supo que estaba en el vientre de su madre en una vida anterior (ésta fue la misma madre que tuvo en su vida actual). El proceso que siguió, fue hacerlo avanzar cada tres meses con la finalidad de que fuera experimentando su desarrollo, sus sensaciones y sus vivencias en aquel vientre materno. En los seis primeros meses todo fue muy tranquilo, simplemente “estaba”, podía ver como su cuerpo se iba desarrollando con el paso del tiempo y se sentía bien. Me dice que es un feto que se mueve muy poco, que es tranquilo y no tiene conciencia de lo que sucederá. Cuando llega al momento de su nacimiento, se encuentra con una luz que lo incomoda y al instante, una oscuridad lo envuelve. Al consultarle porque sucede esto, él me dice que murió al nacer y que parte de su Alma se quedo en el vientre de aquella madre. Descubre que no quería nacer, que tuvo mucho miedo. Realizo todo el trabajo terapéutico base de la TVP, le pido que reviva el momento más marcante de aquella experiencia, y que luego, rescate sus reacciones: física, emocionales y mentales y que tome conciencia de cómo le afectan estas reacciones en su vida actual. Lo insto a que retire todos los fragmentos de su Alma que aún estaban en aquel vientre, y que los incorpore en su yo actual, lo guio para que reconozca el aprendizaje que tuvo con esa experiencia, luego, desprogramo esa vida y continúo con la sesión.

 

A continuación, le solicito que imagine un templo en el cual hayará su libro de vida, con la finalidad de encontrar la respuesta al por qué ha vivido su vida con tan pocos apegos, y porque teme quedar sin recursos económicos. Me describe un templo grande, de tipo romano, de color beige. Pide permiso para poder leer su libro de vida, este libro está en un altar, es de color azul e iluminado. Al abrir el libro, se da cuenta que tiene letras góticas que no logra entender, imágenes, colores, y también me dice que ya lo había visto antes. Al instante, se ve en otra vida; puede ver que hay una tormenta con relámpagos, presiente que algo malo sucederá. Le pregunto si es hombre o mujer, me responde que no sabe, le digo que se mire sus manos para saber, pero no lo tiene claro. Sigue avanzando en esa experiencia y al hacerlo se ve en una habitación, de pronto, recuerda que es una mujer joven y hermosa, que posiblemente en algún momento tuvo bastantes recursos económicos. Lo hago avanzar en esa vida, él me dice que vive sola en una casa vieja de madera oscura. En ese instante, le pido que retroceda en esa vida para saber quién era; me dice que toda su familia murió a causa de una enfermedad y que ella quedó completamente sola. Tenía una buena posición económica, pero se gastó todo su dinero y quedó pobre. Ella no ejercía ningún oficio. A continuación, le pido nuevamente que avance a un hecho importante en la vida de esta mujer, me dice que sigue estando sola, que extraña los recursos económicos que tenía antes, solo desea morir. Continúo pidiéndole que avance un poco más, me dice que murió joven y sola, se dejó morir sin tener ninguna expectativa en esa vida. En este momento, le solicito a mi paciente que a partir de esta experiencia rescate las reacciones físicas, emocionales y mentales, y que profundice en el hecho de cómo le afectan a él todas estas reacciones en su vida actual, también le sugiero que reflexione respecto al aprendizaje que tuvo de esta vida. Para finalizar, lo llevo a vivenciar el momento de su muerte en esa vivencia, desprogramo y armonizo. El paciente es traído nuevamente a su conciencia habitual.

 

Toda la experiencia que revivió mi paciente a través de esta regresión, le ha ayudado a comprender mejor su paso por esta vida. Ya no se preocupa mayormente por algunas situaciones que antes lo agobiaban, está más conectado y consiente con su parte espiritual, sabe que su Alma está evolucionando y que el paso por cada vida que ha tenido le ha ayudado en este proceso. Hoy en día, ya no tiene miedo a quedarse sin recursos económicos, sabe que si las cosas van mal en este aspecto, puede sobrellevarlo sin angustiarse. También abrió su conciencia espiritual a un nivel que ni siquiera él creía poder hacerlo, ya que con este trabajo, su Alma fluyo a otras dimensiones, como si hubiera estado esperando el momento para iniciar ese viaje.